El problema no es que no quede tinta, sino que el papel térmico se ha puesto al revés.
En este caso, abre el cajón de la impresora en el lado frontal izquierdo (con un suave empujón, luego tira de él hacia ti). La tapa del papel se abrirá si tiras de la palanca azul en el lado derecho. Luego introduce el rollo de papel en el cajón de modo que el extremo suelto esté arriba y apuntando hacia ti.