El cierre de caja es definitivo y sólo puede hacerse una vez al día.
Literalmente da por cerrado el día laboral, es la confirmación final de que se ha realizado una transacción comercial del día actual y que ya no se podrán realizar cambios.
Tan pronto como realices el cierre de caja, se genera el informe de fin de día y todas las funciones del TPV que crean transacciones comerciales (por ejemplo, pago, reembolso, retiro de efectivo o depósito en efectivo) se desactivan hasta el día siguiente.
Si haces un error al cerrar la caja, ya no podrás hacer una transacción y corregirlo hasta el próximo día. Para cumplir con los requisitos impositivos y contables, el informe del fin de día incorrecto permanece inalterado. Cualquier transacción (correctiva) siempre forma parte del informe de fin de día que se ha llevado a cabo.
En tales casos, es mejor tener una explicación escrita preparada antes de cualquier auditoría fiscal. Por ejemplo, puedes añadir una nota a tus documentos como 'Error de operación al realizar el cierre del día el 06/08/2018'. Como principio básico, debes asegurarte, por ejemplo: mediante instrucciones de trabajo apropiadas, que se evite este tipo de errores, y que cada cierre de caja en cualquier día hábil se haga con cuidado.